
El Verbo Encarnado.
Esta congregación cuenta con un ideario Educativo centrado en la persona del Verbo Encarnado a quien experimentó profundamente la M. Jeanne Chézard de Matel y al que nos invita a tener como centro y modelo de nuestra vida.
"Para la Iglesia, educar al hombre es parte integrante de su misión evangelizadora, continuando así la misión de Cristo Maestro".
"Cuando la iglesia evangeliza y logra la conversión del hombre, también lo educa, pues la salvación... lejos de deshumanizar al hombre lo perfecciona y ennoblece, lo hace crecer en humanidad. Sim embargo, la educación en cuanto tal ni pertenece al contenido esencial de la evangelización sino más bien a su contenido integral".
La educación en una actividad humana del orden de la cultura; la cultura tiene la finalidad esencialmente humanizadora. Sé comprende, entonces, que el objetivo de toda educación genuina es a de humanizar y personalizar al hombre.
La escuela católica encuentra su verdadera justificación en la misión misma de la Iglesia, se basa en un proyecto educativo en el que se funden armónicamente fe, cultura y vida. Por su medio la iglesia local evangeliza, educa y colabora en la formación de un ambiente moralmente sano y firme en el pueblo.
La iglesia espera de nosotras que mantengamos el nivel de calidad que merece la proclamación del Evangelio en la educación. Por tanto, la exigencia que esto presenta nos lleva a mantenernos siempre fieles al carisma recibido y a mantener actualizados nuestro Ideario Educativo, nuestro modelo educativo y los proyectos escolares o pastorales de cada obra del Verbo Encarnado.
¡Alabado sea el Verbo Encarnado! Para siempre.
Himno al Verbo Encarnado
Somos hijos del Verbo Encarnado,
¿Hay acaso nobleza mayor?
Invoquemos su nombre sagrado
Y entonemos el himno en su honor. (bis)Descendiste del seno del Padre
Hasta el seno de Santa María,
Y al tomar esta carne que es mía
La llenaste de fuego y de paz.Blanco y rojo, cordero Inmolado,
Hasta el fin seguiré tu llamada;
Viviré tu presencia encarnada,
Dando al mundo el amor y la bondad.
Somos hijos del Verbo Encarnado,
¿Hay acaso nobleza mayor?
Invoquemos su nombre sagrado
Y entonemos el himno en su honor. (bis)
Verbo eterno, encarnado en mi carne,
En la diaria fatiga escondida
dale aliento a mi fe y a mi vida,
dame el gozo de ser siempre fiel.
Verbo amado, delicia del Padre,
Lirio blanco en mi barro nacido,
Hazme luz, hazme flor, hazme nido
Haz de mí tu florido vergel.Somos hijos del Verbo Encarnado,
¿Hay acaso nobleza mayor?
Invoquemos su nombre sagrado
Y entonemos el himno en su honor. (bis)Hoy entono mi canto de dicha
Y te entrego mi gozo sincero;
Verbo oculto mi fiel compañero
En las horas de sombra y de cruz.
Dulcemente tu mano divina
Me conduzca a la dicha deseada,
Verbo Eterno, mi amor y mi espada,
La conquista del mundo eres Tú.
Somos hijos del Verbo Encarnado,
¿Hay acaso nobleza mayor?
Invoquemos su nombre sagrado
Y entonemos el himno en su honor. (bis)
¡Alabado sea el Verbo Encarnado!
Para Siempre...

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